Hay casos en que la mayúscula tiene un papel diferenciador (mayúscula diacrítica). Esto ocurre en palabras cuyos significados cambian según se escriban con mayúscula (nombre propio o institucional) o con minúscula (nombre común): Estado-estado, Hacienda-hacienda, Iglesia-iglesia, Ejército-ejército, Policía-policía, Guardia Civil-guardia civil, Gobierno-gobierno, Romanticismo-romanticismo, Modernismo-modernismo.