Son aquellos verbos que no aceptan el objeto directo como complemento. Por ejemplo: me caigo. El pronombre me es un signo de cuasi reflejo. Para que te des cuenta, son aquellos verbos que no aceptan la frase a mí mismo. Yo no me puedo caer a mí mismo, en cambio por ahí abajo te pusieron erróneamente, me peino, ese sí acepta el refuerzo, entonces no es cuasi-reflejo, sino reflejo.