LA CENTRIFUGACIÓN.
La centrifugación es un método para separar sustancias sólidas de líquidas de distinta
densidad en una mezcla, siempre y cuando las primeras sean insolubles,
empleando para ello la fuerza giratoria o fuerza centrífuga.
EJEMPLOS.
Algunos
ejemplos que podemos encontrar para la centrifugación son:
El
lavarropas.
Este aparato emplea la fuerza centrífuga para separar la ropa (sólida) del
agua (líquida) en base a sus densidades. Por eso la ropa suele estar casi
seca al sacarla de su interior.
Automóviles
en una curva.
Cuando conducimos rápido a través de una curva en la vía, sentimos a
menudo una fuerza tirando de nosotros hacia afuera de la misma, lejos del
eje de la curvatura. Ésa es la fuerza centrífuga.
Pruebas
sanguíneas. Se emplea una centrífuga para separar los elementos de la sangre,
como el plasma y otros elementos que comúnmente están mezclados en ella.
La
traslación terrestre. La razón de que la fuerza gravitacional del Sol no nos empuje de
cabeza hacia su interior se debe, también, a la fuerza centrífuga que, al
girar sobre el eje del astro rey, la empuja hacia afuera, contrarrestando
y equilibrando la atracción gravitacional.