Respuesta :

La concentración de gases como el dióxido de carbono y la temperatura, oxígeno, la iluminación, escasez de agua, entre otros, son factores que intervienen de forma positiva o negativa el proceso fotosintético de una planta. 

Cada especie está adaptada a vivir dentro de un intervalo de temperaturas. El éxito del proceso varía de tal manera que aumenta con la temperatura como consecuencia de un aumento en la movilidad de moléculas, en su fase oscura, hasta llegar a una temperatura en donde la desnaturalización enzimática conlleve la disminución del rendimiento fotosintético.

Si la iluminación es alta y constante, el proceso fotosintético aumenta gracias a la concentración de dióxido de carbono, pero si la concentración del oxígeno es muy elevada, disminuye el rendimiento debido a procesos de fotorrespiración. 

Cada especie se encuentra adaptada también para llevar a cabo sus procesos dentro de un período de iluminación, por lo que existen plantas que en la penumbra se desarrollan y plantas a las que las beneficia la “claridad”.

Ante la escasez de agua en el suelo o la falta de vapor de agua en el aire, el proceso fotosintético se ve reducido.

Hay plantas que necesitan un tiempo determinado de iluminación para desenvolverse de forma exitosa. Mientras mayor sea su exposición a la luz, mayor será su rendimiento, pero hay otras que necesitan alternar horas de luz y oscuridad.